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Adopción de adultos en Japón: la extraña alternativa al matrimonio igualitario

La unión entre personas del mismo sexo no es legal en el país asiático, donde usan este método para conseguir derechos

Stories Álvaro Onieva
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En Japón, donde el matrimonio igualitario aún no es legal, muchas parejas del mismo sexo han encontrado una solución tan sorprendente como ingeniosa: la adopción de adultos. Aunque pueda sonar extraño, esta práctica tiene siglos de historia en el país del sol naciente. Desde el siglo XIII, las familias japonesas utilizaban la adopción de adultos para asegurar la continuidad del linaje o la herencia, especialmente en aquellas sin hijos varones. Hoy en día, sigue siendo común que familias con negocios o fortunas adopten a yernos o socios para mantener la propiedad dentro del entorno familiar.

En el caso de las parejas queer, la adopción se ha convertido en una vía legal para obtener algunos derechos que el matrimonio les niega. Al adoptar al miembro más joven de la pareja, pueden acceder a beneficios como la herencia, la toma de decisiones médicas o el derecho a visitas hospitalarias, derechos que las uniones civiles locales —los llamados ‘juramentos de pareja’— no garantizan plenamente. Es una estrategia que combina amor, pragmatismo y resistencia ante un sistema legal que aún no reconoce su igualdad.

Sin embargo, esta solución tiene un gran inconveniente. Dado que la ley japonesa prohíbe el matrimonio entre padres e hijos, si en el futuro se legalizara el matrimonio igualitario, estas parejas adoptivas no podrían casarse formalmente sin antes anular la adopción. Así, lo que empezó como un gesto de amor y protección se convertiría en un obstáculo burocrático. Aun así, el fenómeno de la adopción de adultos en Japón refleja la creatividad y la resiliencia de la comunidad LGTBQ+ para construir vínculos legítimos en un marco legal que todavía no los reconoce plenamente.

Sin embargo, esta solución tiene un gran inconveniente. Dado que la ley japonesa prohíbe el matrimonio entre padres e hijos, si en el futuro se legalizara el matrimonio igualitario, estas parejas adoptivas no podrían casarse formalmente sin antes anular la adopción. Así, lo que empezó como un gesto de amor y protección se convertiría en un obstáculo burocrático. Aun así, el fenómeno de la adopción de adultos en Japón refleja la creatividad y la resiliencia de la comunidad LGTBQ+ para construir vínculos legítimos en un marco legal que todavía no los reconoce plenamente.

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