Sara es directiva de uno de los grandes bancos españoles, Mónica ocupa un cargo de responsabilidad en una conocida petrolera y Teresa es decana en una de las universidades más grandes del país. Más de 2.000 usuarias pertenecen a la mayor red profesional internacional para mujeres lesbianas y bisexuales: LesWorking. Esta organización, que cumplió su décimo aniversario en 2024 y que se convirtió en asociación en 2017, pretende ser un espacio seguro de encuentro entre estas mujeres trabajadoras.
Marta Herráiz, su fundadora y presidenta, inició la comunidad como un proyecto personal. Pero pronto tomó alas en una organización sin ánimo de lucro y dirigida por un equipo multidisciplinar, aunque con el sello femenino y lésbico/bisexual presente: Maribel Hernández como secretaria general, Daniela Más como vocal, Eva Pérez Nanclares como responsable de instituciones y legal y Susana Pariente como responsable de eventos.

La red que conecta a todas estas mujeres profesionales se basa en un grupo privado de la red social LinkedIn. Al solicitar unirse, y tras un filtro por parte de las responsables, se accede a esta suerte de ‘lobby’ lésbico –aunque ellas prefieren la denominación de «asociación»– donde principalmente se crean contactos entre las usuarias. Esta conexión es una de las metas de LesWorking, tal y como lo explica su presidenta: «Nuestros objetivos se resumen en las cuatro C: Conectar a la comunidad, Conocer la situación de la mujer lesbiana y bisexual en el mundo empresarial, Comunicar trabajando con los medios de comunicación y Colaborar, tendiendo puentes con empresas y asociaciones».
«Siempre es la L la gran olvidada. También en el ámbito profesional»
¿Pero cuál fue el germen de este impulso? «Cuando arrancó LesWorking apenas existían referentes», explica Herráiz, cabeza visible. Y es que, según la presidenta de la red, hace diez años, fuera del mundo activista, no había mujeres visibles en otros ámbitos como el empresarial, el cultural o el social. «Siempre es la L la gran olvidada. También en el ámbito profesional».
Otro de los motivos de esta falta de representatividad es la minusvaloración de la autodeterminación LGTBI en los entornos laborales: dos de cada tres mujeres profesionales que no salen del armario en su lugar de trabajo no dan el paso porque no lo ven necesario. Fue una de las conclusiones del estudio ‘Cómo somos las mujeres lesbianas’, una encuesta a más de 5.000 mujeres del colectivo que elaboró en 2017 LesWorking junto a la asesora y activista Kika Fumero. Una iniciativa que desembocó en la publicación de un libro en 2018, ‘Lesbianas, así somos’, firmado por la propia Fumero y por Marta Herráiz.
Obstáculos multiplicados por dos
Estos trabajos recogen en sus conclusiones la existencia de la ya conocida brecha de género en el entorno laboral, que en el caso de las parejas de lesbianas se multiplica por dos. «Se juntan todos los obstáculos relacionados con la mujer en el mundo profesional (brecha de género, techo de cristal, conciliación familiar, etc.) con los propios de reconocer una identidad sexual no normativa», explica la presidenta de la red. Una situación incómoda que incluso lleva a muchas de estas trabajadoras a prescindir de sus derechos laborales, como asegura Herráiz: «Por ejemplo, hay muchas mujeres que evitan beneficiarse del permiso por matrimonio por no visibilizarse y se piden días de vacaciones. Todavía hoy en día, hay muchas mujeres que no perciben un entorno seguro en el trabajo como para salir del armario y que están perdiendo derechos por no ser visibles».
«Todavía hoy en día, hay muchas mujeres que no perciben un entorno seguro en el trabajo como para salir del armario»
Además de estos estudios centrados en el entorno laboral –y que se engloban en la segunda C, la de Conocer–, también han trabajado en otros ámbitos más sociales. Como la publicación de las conclusiones de un análisis que realizó la red sobre cómo mejorar la atención a las mujeres lesbianas y bisexuales en las clínicas de reproducción asistida; así como una guía de buenas prácticas para estos establecimientos.

La cuarta C, la de la Colaboración, se nutre de diferentes eventos planteados junto a organizaciones tanto públicas como privadas. En febrero de este año, una jornada llamada ‘Talento lésbico’ junto al Ministerio de Igualdad y el EL*C (Eurocentralasian Lesbian* Community), la asociación lésbica más importante de Europa. En abril y con motivo del Día de la Visibilidad Lésbica, LesWorking tuvo una reunión y mesa de trabajo también en el Ministerio de Igualdad donde reunieron a diez mujeres destacadas de diferentes sectores laborales. Y el pasado julio, y junto con las empresas tecnológicas Amazon Web Services y Salesforce, otro encuentro para visibilizar la diversidad lésbica en la empresa.
Ante la pregunta sobre los objetivos que tiene LesWorking para el 2025, Marta Herráiz es tajante: «Sobrevivir», ya que en 2024 concluyó el acuerdo de financiación que tenían presente. «Tal vez ya no haga tanta falta, como hace diez años, el tema de la visibilidad, que se encontraran ejemplos de mujeres lesbianas y bisexuales en el mundo cultural, social o, incluso, empresarial. Pero todavía nuestra asociación es necesaria. Ahora ponemos el foco en otro sitio, en no perder los derechos que hemos adquirido», explica la presidenta de la red.
La financiación es la clave para que este grupo siga creciendo. LesWorking se enfrenta a su propio techo de cristal, uno que debe romper para seguir defendiendo los derechos y la visibilidad de las mujeres LBT en todos los ámbitos de la sociedad.




